Entrenar el futuro: la visión y los desafíos del coaching barista en Costa Rica

Por Javier Calderón Padilla – Fundador de Brew Haus Coffee Blog

El legado que no se ve

En la historia del barismo costarricense, cada presentación sobre un escenario mundial lleva consigo algo que casi nunca aparece en las cámaras: el trabajo de quien entrena.
El entrenador no compite, pero cada gesto, cada sabor y cada palabra del barista que representa al país llevan supervisión y su huella.

Durante los primeros años del Campeonato Nacional de Baristas, el entrenamiento era casi un acto de fe: largas horas de práctica, intuición, y un puñado de consejos compartidos entre colegas. Con el paso del tiempo, el oficio del coach se ha convertido en un pilar del desarrollo competitivo, aunque todavía sin la estructura y el reconocimiento que merece.

En esta entrega conversamos con Mario Salas, uno de los nombres más constantes detrás de la evolución técnica y sensorial del barismo costarricense, quien ha sido entrenador y tostador de múltiples campeones nacionales, y ha representado a Costa Rica, Japón y México en competencias internacionales. Su visión expone con claridad los avances, pero también las deudas que el país mantiene con quienes preparan su futuro en el escenario mundial.

La voz del entrenador — Mario Salas

¿Qué aspectos técnicos o sensoriales nos han limitado para alcanzar un podio?
Creo que tenemos una limitante muy grande al traer como juez líder a personas del área, que desde mi punto de vista tienen una visión muy similar a la nuestra. Entiendo que hay un tema económico de por medio, pero se debería hacer un esfuerzo mayor para traer a otro tipo de jueces. También la inversión de la empresa privada es indispensable para tener los recursos necesarios para que la o el barista se dedique de lleno a trabajar en su preparación.
La preparación de nuestros jueces debería ser mejor, no basta con una leve calibración una vez al año para tener la responsabilidad de juzgar; debería estar establecida una planificación trimestral de calibraciones y ejercicios para tener a nuestros jueces listos para esa responsabilidad.

¿Qué recursos (tiempo, equipo, apoyo económico, innovación) hacen falta para preparar un competidor de talla mundial?
Yo veo el campeonato mundial de baristas como un negocio. Dicho esto, las partes involucradas deberían invertir en sus representantes para traer el conocimiento acá. Tener los equipos que se están utilizando a nivel mundial cuesta mucho dinero, por esta razón la inversión de la empresa privada es indispensable. Poder presentar a las compañías un plan atractivo en el cual su marca se vea beneficiada sería difícil de ignorar.
Esto traería una estabilidad a las personas involucradas, tener acceso a los mejores cafés y poder desarrollar todo su potencial.

¿Qué aprendizajes clave traen los baristas y entrenadores luego de competir contra países de talla mundial?
En mi caso creo que nos falta mucho camino. Todo lo mencionado antes y dejar de lado mucho ego que tenemos. Creo que tenemos cafés extraordinarios acá, que están a la altura para este tipo de competencias. Nos falta mucho por lograr; los esfuerzos individuales son valiosos, pero se necesita más apoyo del sector en general.

¿Cómo imagina el plan ideal de entrenamiento para un próximo campeón costarricense?
Veo un plan de trabajo desde las organizaciones involucradas, jueces, productores y marcas, trabajando para obtener los mejores resultados para el país.
Veo un plan a mediano plazo donde los productores puedan mostrar sus mejores lotes para que sean evaluados por jueces capacitados y tener previo a la competencia unos cafés listos para el ganador(a).
Que podamos ir al mundial con el mejor café posible, con un soporte económico para el barista y su entrenador, para que puedan dedicar su tiempo a prepararse para la competencia.

Años como entrenador y tostador:
Bogotá 2011, Rimini 2014, Seúl 2017, Japón 2020, México 2024 (Mundial de Tostadores).

Entre el talento y la estructura

El testimonio de Mario Salas expone una verdad incómoda pero necesaria: el talento costarricense no basta si no se construye sobre un sistema.

El entrenamiento del barista en Costa Rica sigue dependiendo, en gran medida, del sacrificio personal y de redes informales de apoyo. Los coaches trabajan con recursos limitados, sin acceso constante a los equipos utilizados en competencias internacionales y con poca estabilidad económica.
Esto crea un ciclo desigual: el conocimiento se acumula en pocos individuos y se desvanece cuando no hay continuidad.

Mario apunta también a una carencia profunda en el entrenamiento de jueces, que debería ser una responsabilidad colectiva. Sin una calibración sólida, el entrenamiento pierde dirección. No se trata solo de aprender a competir, sino de entrenar con criterio universal, entendiendo cómo se evalúa el servicio, la narrativa y la experiencia sensorial a nivel mundial.

El ego, dice, sigue siendo un obstáculo. Pero detrás de esa observación hay un llamado: transformar la competencia en colaboración, la improvisación en estructura, y la pasión en propósito.

Lo que un país debería entrenar

Si algo deja claro el recorrido de entrenadores como Mario Salas es que el conocimiento debe institucionalizarse.
Costa Rica necesita un programa nacional de entrenamiento competitivo, una especie de laboratorio permanente donde baristas, jueces, productores y tostadores puedan desarrollar proyectos conjuntos.

Formar un barista competitivo no es solo enseñar técnicas de extracción, sino formar mentalidad, comunicación, dominio del idioma y sensibilidad hacia el café como experiencia humana y cultural.
El próximo campeón del mundo podría estar ya entre nosotros; lo que falta es el entorno que le permita llegar preparado.

Entrenar también es competir

El entrenador no busca protagonismo. Su recompensa está en ver que cada detalle aprendido, cada hora de práctica y cada café tostado con precisión se traduce en una presentación que emociona, inspira y representa al país.

Entrenar también es competir: en silencio, en la sombra, pero con la misma intensidad y propósito que quien sostiene y presenta la taza frente al juez.
En la historia del barismo costarricense, los entrenadores han sido los arquitectos invisibles del progreso. Reconocer su rol no es un gesto simbólico: es el primer paso para construir un futuro donde cada victoria individual sea parte de un proyecto colectivo.

Muchísimas gracias a Mario Salas por dejarnos conocer su visión de nuestra realidad, gracias por su transparencia y apoyo, no todos están dispuestos a dar a conocer públicamente esto, eso lo valoramos aquí en Brew Haus porque sin un análisis objetivo y critico no vamos a crecer ni mucho menos mejorar.

Por Javier Calderón Padilla – Fundador de Brew Haus Coffee Blog

“El barismo costarricense no necesita más héroes solitarios; necesita estructuras que formen, acompañen y trasciendan. Entrenar también es crear legado.”

Si deseas conocer más de las voces de los que han participado en estos 20 años de historia costarricense puedes revisar los siguientes enlaces:

Y si uno de sus sueños es participar en alguna competencia de baristas aquí te comparto algunas guías:

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